Las residencias de ancianos cubren una necesidad importante en muchas familias modernas. Proporcionan apoyo diario a las personas mayores que ya no pueden llevar una vida totalmente independiente. Los que viven en residencias pueden (teóricamente) depender de otros para cuidados básicos, como prepararles la comida y mantener limpias las instalaciones. Incluso pueden recibir ayuda en tareas cotidianas como vestirse y bañarse para reducir la probabilidad de lesiones.
Cuando las familias deciden trasladar a una persona a una residencia de ancianos, el objetivo suele ser ayudar a garantizar su seguridad y su calidad de vida en general a pesar de sus crecientes necesidades de apoyo. Por desgracia, muchas residencias de ancianos intentan mantener el nivel de personal lo más bajo posible, lo que puede reducir el nivel de vida de los residentes que allí residen. Como resultado, los problemas crónicos relacionados con la higiene y la atención a los pacientes son parte de la razón por la que las infestaciones y las infecciones a menudo se propagan con bastante rapidez por las residencias de ancianos que carecen de personal suficiente.
Researchers acknowledge that anytime there is a large number of people sharing a relatively small space, the possibility of infections caused by viruses, bacteria or even fungi can spread very quickly. Pests that attack the human body may also proliferate in such spaces. For example, scabies, which are tiny insects that lay their eggs under the skin, can rapidly pass from patient to patient in a nursing home. So can lice and bed bugs. On their own, these infestations can make people uncomfortable. If left untreated, they can put someone’s health at risk. They can also cause secondary infections that could have major medical consequences.
Desgraciadamente, no existe un medio seguro de eliminar por completo los agentes patógenos o las plagas de una instalación como una residencia de ancianos. Siempre encontrarán formas de entrar en esas instalaciones. Aun así, los miembros del personal pueden limitar su propagación con las prácticas adecuadas. Vigilar cuidadosamente a cada paciente para detectar signos de enfermedad y malestar es crucial para identificar con precisión el problema lo antes posible. Las prácticas sanitarias adecuadas también pueden marcar una gran diferencia. Contar con personal suficiente para garantizar la limpieza de los residentes y los espacios también será importante.
Cuando los familiares de una persona que ha enfermado en una residencia de ancianos creen que la situación refleja un nivel de atención deficiente, puede ser posible exigir responsabilidades al centro por sus gastos médicos y otras pérdidas relacionadas. Comprender los problemas que surgen en las residencias de ancianos puede ayudar a los familiares a hablar en nombre de un ser querido vulnerable.
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