Seamos claros: el abuso y la agresión sexuales están motivados por el deseo de ejercer poder sobre otra persona, no por la lujuria. Por eso, cualquiera puede ser víctima de una agresión sexual, independientemente de su edad o sexo, incluso un ser querido anciano.
Numerosas investigaciones han descubierto que pacientes vulnerables de residencias de ancianos han sido víctimas de agresiones sexuales. Aunque los cuidadores son en gran medida responsables, las agresiones también pueden provenir de otros pacientes.
¿Cómo reaccionan las residencias de ancianos? En gran medida, lo ignoran o lo encubren. Cuando lo ignoran, a menudo aducen la dificultad de tratar de averiguar lo ocurrido debido a la falta de memoria del anciano o a su incapacidad para identificar a los agresores. Cuando lo encubren, suele ser para ocultar un problema generalizado y sus propios fallos. En ambos casos, los centros anteponen su reputación (y sus finanzas) a los pacientes.
En primer lugar, hay que saber quién es más vulnerable. Las mujeres residentes con demencia son las víctimas más probables, pero todos los que tienen un ser querido en un centro de cuidados deben estar atentos a cosas como:
Si sospecha que su ser querido ha sufrido abusos sexuales o agredido mientras recibía cuidadosactúe de inmediato. Un asesoramiento jurídico experimentado puede ayudarle a afrontar la situación.
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